jueves, 16 de septiembre de 2010

Anotaciones sueltas

Metro en Oporto - Portugal
Ha transcurrido la primera mitad del mes de septiembre. El sol aún existe para alegría de todos. Aunque las mañanas parecieran vestirse de lluvia las tardes son totalmente soleadas, llenas de calor y de gente en las calles, sobretodo gente casi sonriente, ya que el frío les endurece las mandíbulas.

Ayer se celebró en toda la región el día del transporte público. Una idea interesante que aunque en Oporto sea gratis tomar cualquier medio de transporte durante esas 24 horas, aquí en Reims sólo se paga un triste y devaluado euro. Lo interesante del billete es encontrar especificados los valores en euros y francos: EUR 1,00 FRF 6,56. Algo lógico de acuerdo a una de las noticias que muestra Le Monde, principal diario francés: 2 franceses de tres inconformes con el euro.

Tranvía en Amsterdam
Puedo decir que el transporte en la mayoría de los países europeos es una de sus principales estrategias de desarrollo. Muy a diferencia de nuestros países latinoamericanos como Locombia, México, donde es privado, aquí el transporte es 100% público, subvencionado por el Estado. Lo que permite beneficiar a menores de edad, jóvenes, estudiantes y mayores de 60 años con tarifas reducidas, bastante cómodas. Abonos mensuales en Reims que van desde los 22 hasta los 31€50 dependiendo del tipo de usuario y que posibilita tomar cualquier autobús, en cualquier ruta, la cantidad de veces que se desee durante los 30 días que dura el título. Algo imposible en Locombia, que sólo se puede lograr si el transporte fuera verdaderamente público, administrado y subsidiado por el estado. Cuando la empresa privada es quien rige y dirige la movilidad ciudadana, éste tipo de iniciativas propias de un Estado Social de Derecho, son imposibles. La empresa privada de transporte genera caos como la trágica guerra del centavo en Bogotá-Locombia, imposibilita proyectos de movilidad trascendentales para el desarrollo de una ciudad, de una región, como el metro y demás medios de transporte masivo. Es inimaginable que una ciudad como Bogotá con más de seis millones de habitantes carezca de un metro. Oporto, por ejemplo, tiene menos de la mitad de habitantes que posee Bucaramanga: 221.000; y cuenta con un cómodo sistema integral de transporte que incluye autobús y metro. El próximo año en Reims, cuya población a 2008 es de 188.078 habitantes, se inaugura el Tranvía o Tram que junto a los actuales autobuses mejorarán la ya cómoda movilidad remois. 

Metro de Madrid
Ni qué decir del transporte inter-regional e internacional con sus dinámicas vías férreas que recorren toda Europa y que al igual que el transporte urbano es subsidiado y administrado por empresas estatales. En Locombia ferrocarriles nacionales hace rato pasó a mejor vida. Las vías férreas: mínimas como paupérrimas. Y lo más ilógico es que se apruebe un TLC con EEUU y Europa sin una robusta estructura vial que mínimamente comunique Buenaventura y Barranquilla, principales puertos marítimos sobre el Pacífico y el Mar Caribe. 

El transporte PÚBLICO, 100% subsidiado por el Estado es una estrategia vital de desarrollo social y económico, esto lo han entendido muy bien desde tiempo atrás los pueblos europeos.

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