Con motivo del seminario de integración propuesto por el consorcio del máster, nos ha correspondido alistarnos para visitar tierra andalú: Granada, España. Visitar tierra española es algo contradictorio para mí, no puedo decir que todos los españoles sean prepotentes y muy inflados al trato cuando saben que eres latinoamericano y que hablas un español un tanto diferente al de ellos, no todos, repito, pero sí muchos; también es cierto que en el máster he encontrado españolas muy simpáticas, incluso aquí en Reims, el traductor oficial de mi registro civil, un español de algo más de cincuenta años, bastante agradable y amable. Y digo que visitar tierra española es contradictorio para mí porque muy a pesar de éstos sinsabores, Granada es sencillamente espectacular. El ambiente cálido, la cerveza fría, el cantar andalú de los gitanos, la risa explotándose en cada esquina, su música de desarraigo y las hermosas mujeres poniéndole el toque final a ésta tierra encantadora. Aunque visitar la Alhambra no haya sido de gran atracción, la tomaría como subterfugio para regresar una vez más.
Lo curioso del máster es saber que no sabemos aún nada de la agenda a desarrollarse durante los días de seminario. A escasos cinco días no hay nada claro, o al menos no lo han comunicado. Lo cierto es que durante ésta semana, compañeras y compañeros de segunda generación harán presentación de sus trabajos de investigación ante un jurado compuesto por tres profesores del máster y demás estudiantes. Interesante poder usar alguna herramienta informática para transmitir en vivo y en directo una que otra sustentación. JustinTV y TwitCam, entre otras, nos ayudarían a intentar éste tipo de trucos.
Hablando un poco de Reims, tengo que decir que ésta semana el tiempo ha estado mejor que nunca. He salido todos los días, hay que aprovechar el sol porque en temporadas es escaso, me he comprado algunos libros y un cómic interesante, aquí se les llama BD (Bande Dessinée). Le sein, del norteamericano Philip Roth; La vie sexuelle de Catherine M., de Catherine Millet; Ingrid de la jungle, de Scotto, Stoffel y Di Martino. El primero, una mala versión de la Metamorfosis de Kafka. El segundo, una novela, que hasta la página 36 sigue siendo pornográfica y como en el cine porno uno termina tirando la toalla antes de tiempo, vamos a darle más tiempo. No estoy en contra de éste género literario, pero hace falta más creatividad para evitar que como las películas porno termine siendo todo previsible y rutinario. Y el último, que ha sido por ahora lo mejor, la tira cómica de Ingrid; una sátira muy bien lograda por éstos creativos franceses que aborda el polémico tema del cautiverio de la franco-colombiana a manos de las Farc. Les dejo un video: