domingo, 17 de octubre de 2010

A un año y casi dos meses......

Tras "mi" cortina
La temperatura ha caído en picada y las consecuencias respiratorias se escuchan a distancia. Los días se tornan de un gris pesado y de vez en cuando se desploma en agua. No dan ganas de nada, ni siquiera de dormir, solo de vegetar entre sábanas y alimentarse a punta de suero para mantenerse mínimamente vivo. En éste momento son las 4:20pm en Reims, siete grados de temperatura que se han mantenido desde el medio día. El sólo hecho de estar en Europa un año y casi dos meses me motivan a abandonar las sábanas de plomo para sentarme a escribir un rato. Aprovecho que la calefacción está ubicada al lado de la silla que utilizo cuando como y cuando me drogo de internet. He decidido emular costumbres europeas por eso no me bañaré hoy aunque sí he cepillado mis dientes. Algo más de un año en tierra extranjera es motivo suficiente como para tirar un poco de caspa y poco pelo sobre el teclado del computador.

La verdad, he apuntado a éste máster con la esperanza de conocer Europa y de montar por primera vez en avión. Nada de formación profesional, nada de estudios de excelencia académica ni de máster europeo con reconocimiento internacional, ni de la manga del muerto (como diría una muy buena amiga que he conocido en el máster), ni de pitos ni de flautas (como diríamos en mi tierra). En resumen, he venido a gozármela y si eso está mal pues prefiero engrosar las filas de la malignidad que seguir el teatro de opereta con el cual se quiere disfrazar la mercantilización del acto educativo. Además, los europeos con su vieja manía de sentirse raza superior llamada a hablar y a ser escuchada, se han olvidado de que el mundo también existe al otro lado de muchos mares y prefieren soslayar las diferencias y adentrarse en su propia territorialidad que a buscar intersecciones de multiculturalidad. No es generalizable lo que digo pero muchos ejemplos con los que a diario convivo me dan para pensar así y obviamente aceptar que también puedo estar equivocado de cabo a rabo.

El otro día en clase con un profesor francés, éste se sorprendía que supiéramos el cuento de la revolución francesa, abría sus ojos de incredulidad cuando mencionábamos el contrato social de Jean-Jaques Rousseau, el Cándido de Voltaire o nombrábamos a los poetas malditos de finales del siglo XIX o hacíamos alusión al enciclopedismo o impresionismo francés. Pareciera que el total desconocimiento de otras culturas, de otras latitudes, les lleva a mirar con asombro extraterrestre el conocimiento que tenemos de ellos, pero considero peor su escaso interés por encontrar o establecer en esas diferencias puntos de encuentro. Es a partir de ésta riqueza intercultural que puede construirse una verdadera acción educativa de altas calidades humanas, intelectuales y científicas sobretodo cuando formalmente se establecen alianzas internacionales con interés educativo.

Résidence Charbonneaux
Tomarse tan en serio las cosas puede acarrear problemas coronarios, no tomarlas tan en serio deja espacio para la degustación. De todo lo bueno que tiene Europa lo que más añoraría a mi regreso a Locombia es sin lugar a dudas su variada y excelente cerveza. Las hay de todos los tipos, tamaños y sabores. Bélgica, Alemania: las mejores. Un paseo por Brujas me permitió visitar uno de sus principales museos, pagar escasos y devaluados cuatro euros por conocer todo su proceso de fabricación manual así como saborear totalmente gratis una de las consentidas de casa, es algo que jamás volveré a experimentar. Encontrar cerveza hecha artesanalmente, por monjes en abadías que se dedican no sólo al rezo sino a fabricar pócimas endiabladamente exquisitas de 8, 9 y de hasta once grados de alcohol, con los sabores más diversos e impensados por empresario locombiano. Bueno, en Locombia el monopolio de Bavaria a manos de Julio Mario Santodomingo y toda su prole nos ha puesto a beber aguas que obviamente embriagan pero que de buen gusto mas bien tienen poco. Simplemente varían las etiquetas pero el contenido sigue siendo el mismo, y se han inventado un premio internacional para uno de sus más publicitados productos: Club Colombia, que para mí no tiene diferencia alguna con los demás engendros que produce éste monopolio económico. De la cerveza alemana tampoco hablar, hay que probarla para saber que a los locombianos nos siguen engañando los mismos pillos de siempre.

domingo, 10 de octubre de 2010

La voz creciente de América Latina

El siguiente texto es una columna del diario El Espectador de Colombia, escrita por William Ospina, escritor y poeta colombiano.

Hace dos siglos fuimos pioneros de la lucha contra el colonialismo, y tal vez nos tocará ser pioneros de la lucha por un nuevo modelo de civilización. Ya en todas partes se dice que el mundo está en peligro, y el peligro reposa en una idea del desarrollo que saquea la naturaleza y degrada el medio ambiente; que olvida que la ciencia tiene deberes morales y estimula la mera tecnificación sin reflexión; en un modelo que consume y derrocha, que idealiza el crecimiento y el mercado, y que al tiempo que predica la opulencia deja a media humanidad por fuera de los beneficios más elementales de la civilización.
 Dos siglos después de las independencias, sabemos que la principal justificación de la lucha por la libertad era acceder al derecho de ser originales, de ser distintos. Ahora, cuando no podemos descargar en nadie más la responsabilidad de nuestros destinos, tenemos que juzgar por nosotros mismos el modelo de civilización que se nos ha predicado y asumir la lealtad profunda de ser sinceros y de ser críticos. Hace dos siglos optamos por el privilegio de la autonomía y todo privilegio comporta una responsabilidad. No podemos aceptar servilmente el modelo, porque somos responsables del mundo que estamos construyendo.
Una nación no es una mera suma de personas sino el diálogo de un territorio con sus memorias, sus sueños y sus inventos. Un día comprendimos que no podía definirnos sólo una lengua, sólo una religión, sólo una raza, sólo una memoria cultural. Estos dos siglos nos enseñaron que tenemos lenguas, religiones, razas y memorias, no sólo leyendas del pasado sino mitos posibles, fusiones culturales, tesoros particulares de la sensibilidad, de la imaginación y del gusto. Y la libertad es la condición para que ninguno de los matices de nuestro ser sea ignorado en el largo proceso de diseñar las repúblicas.
Porque el diseño de una civilización no puede ser anterior a ella: va surgiendo de luchas y frustraciones, de sueños y utopías, de guerras y armisticios, de relatos y poemas. Hace dos siglos nuestras naciones existían menos que ahora. Pero es que, sin duda, para aproximarnos a nuestro arquetipo necesitábamos los mariachis mexicanos y los boleros caribeños, los sones y las cumbias, a Rulfo y a Diego Rivera, a Frida Kahlo y a María Félix, a Alfonso Reyes y a Carlos Monsiváis.
Necesitábamos los versos y la pasión de José Martí, el concierto barroco de Alejo Carpentier y las canciones de Benny Moré y de Celia Cruz. Necesitábamos nuestro Asturias y nuestro Palés Matos, nuestra Sonora Matancera y nuestros Trovadores del Cuyo; a Morazán y a Antonio Nariño, a Henríquez Ureña y a Jorge Isaacs; a O’Higgins y a San Martín. Necesitábamos a Barba Jacob y a Aurelio Arturo, a Carlos Fuentes y a Emiliano Zapata, a Gaitán y al coronel Aureliano Buendía, a Gallegos y a Simón Díaz, a Simón Rodríguez y a Simón Bolívar; necesitábamos a Eloy Alfaro y a Julio Jaramillo, a César Vallejo y a José María Arguedas, a Torres García y a Vargas Llosa.
¿Cómo podríamos ser quienes somos sin Antonio Colsenheiro y sin Carlos Gardel, sin Gabriela Mistral y sin Alfonsina Storni, sin Pablo Neruda y sin Jorge Amado, sin Mercedes Sosa y sin Violeta Parra, sin Herrera y Reissig y sin Lautremont, sin Jaimes Freyre y sin Pérez Bonalde, sin Cortázar y sin Martín Fierro?
Necesitábamos ser libres para ser por fin nosotros: para no ser sólo castizos, para no ser sólo católicos, para que nuestras octavas no fueran tan reales, para ser no sólo seres quijotescos sino también buscadores del Aleph y del Zahir, para aceptar que los hilos de sangre suben las escaleras, para aprender que en nuestro destino estaban las Alturas de Machu Picchu y la Biblioteca de Babel.
Pero ya es hora de que digamos que también para España y para Europa fue una suerte que los países de América Latina nacieran, porque, como sabía don Quijote, mejor que tener criados es tener interlocutores, porque con ese descubrimiento, con esa conquista, con esa colonia, y sobre todo con esa independencia el español dejó de ser una lengua local y se convirtió en una lengua planetaria, y ahora no sólo es la segunda lengua más extendida del mundo, sino tal vez la primera en riqueza, diversidad y creatividad.
Porque era necesario que América fuera libre para que surgiera con esa gracia y con esa libertad la voz que mejor ha cantado en lengua castellana, la voz que reinventó un puente entre España y América, la voz india y mestiza de Rubén Darío, y para que naciera en lengua castellana ese hombre a quien un francés ha llamado el guardián de las bibliotecas planetarias, Jorge Luis Borges.
Cuando una cultura así existe y se ahonda, confiar en el futuro es ya mucho más fácil.
William Ospina

jueves, 7 de octubre de 2010

Seminario de integración en Graná


Granada es una ciudad andaluza maravillosa. Su arquitectura, una mezcla árabe, musulmán y europea; la amabilidad de sus gentes -con contadas excepciones-, la mítica cultura gitana envolviendo miradores y calles entre paisajes sonoros que seducen al sin límite; el rasgado de sus guitarras y voces, la mágica sensualidad de las mujeres gitanas entregadas al aplaudir maravilloso de sus pies; piernas, brazos y senos sudorosos interpretando el compás flamenco de las notas altas entre palmoteos que dejan entrever rostros bravíos de pasión desenfrenada. Así se siente, así se le desea, mujer bravía, mujer gitana de garbo altivo y cejas abundantes. Algo me dice que entre arteria y vena hay componentes de su hemoglobina recorriéndome.

El Albaicín es uno de sus barrios más representativos de visita obligatoria, así como el Mirador de San Nicolás y la desentronable Alhambra, una construcción que bien sabe combinar los paisajes naturales, sus preciosos elementos y el moldear humano que en sus paredes ha dejado grabado la plasticidad de sus santas letanías.


No sobra recordar que Granada es cuna del poeta Federico García Lorca, cuya historia aún conmueve y da para hablar, descendientes de familiares directos aún viven en ésta bella ciudad andaluza. Sin restarle méritos a su trabajo dramaturgo debo decir que la calidad de su poesía no está al nivel de su popularidad. Creo que su muerte ocasionada por su condición de homosexual declarado en época de Franco le ha dado tiquete de inmortalidad sin acuse de altas calidades literarias.

Ir a Granada sin hacer un recorrido de tapas es algo que no se puede perdonar. Con un simple y devaluado euro pides una bebida: una caña (cerveza) o un tinto de verano que viene acompañado con un plato pequeño de comida, el tipo de comida depende del lugar y la hora. Con mi amigo Boris, aceptado como nuevo estudiante de cuarta generación del máster, oriundo de Cartagena de Indias, nos dimos a la sagrada tarea de ir descubriendo Granada a tiro de tapas, es decir, a golpe de cervezas, aprovechando el sol y la temperatura que nos recordaba a nuestra locombia.

Uno de los lugares que más frecuentamos fue El Salsero Mayor, una discoteca de música latina en general. La primer noche hicimos una visita esporádica. Luego regresamos dos días después con una botella de vino. Estando adentro, bailando y tomando de la botella que acabábamos de entrar fuimos sorprendidos sigilosamente por la mujer que atendía el lugar. Percibí que desde hacía rato se había dado cuenta. Cuando menos lo esperaba vimos que se acercaba a nosotros. Con tono suave y formas agradables me llamó la atención, dijo es ilógico que piensen entrar a éste establecimiento público con una botella traída de afuera, no está bien eso, Uds saben que está mal y que deben consumir lo que adentro vendemos. Le respondí mira, lo que más me gusta es tu manera al hacer un llamado de atención, discúlpanos, hicimos mal. Salimos y terminamos la botella de vino fuera del establecimiento. Camino a casa pensaba cómo resarcir lo hecho, ya tenía una idea. 

Luego de las actividades programadas y de tanta intervención de compañer@s persiguiendo notoriedad en búsqueda de representaciones que les permitan la perfecta zambullida “profesional”, vamos a una emplazada detrás del Hotel La Corrala, administrado al parecer por la Universidad de Graná, pedimos más cerveza y luego salimos rumbo a El Salsero Mayor. Cuando llegamos me acerco a la barra, hablo con la mujer, le pido disculpas y le digo mira, he venido con otros compañeros y buscando resarcirme contigo vamos a consumir hasta que nos saques de aquí. Me pregunta de dónde soy, le digo locombiano e inmediatamente lo único que suena es Joe Arroyo, Grupo Niche, Guayacán y hasta Diomedes Díaz. Tan generosa nos invita a todos mis compañeros a un “chupito”, me muestra y me sorprende con Ron Viejo de Caldas. Debo decir que además de española, es una simpática mujer que baila muy bien, no le gustan tantas vueltas sino el bailar de los latinos de la cintura para abajo, me ha dicho.

El último día del seminario, después de tanta sustentación, hemos terminado nuevamente en El Salsero Mayor. Ha sido la mejor de las noches. Lleno total y con música azotabaldosa, como nos gusta. Nada parecido ese sitio con El Cuba de Reims. Los franceses creen bailar salsa, pero ni siquiera sienten la música al bailar, prueba de eso es lo que ellos llaman salsa, lo que bailan creyendo bailar salsa. Eso merece otro capítulo aparte, o mejor, otro post.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Alistando maletas nuevamente

Con motivo del seminario de integración propuesto por el consorcio del máster, nos ha correspondido alistarnos para visitar tierra andalú: Granada, España. Visitar tierra española es algo contradictorio para mí, no puedo decir que todos los españoles sean prepotentes y muy inflados al trato cuando saben que eres latinoamericano y que hablas un español un tanto diferente al de ellos, no todos, repito, pero sí muchos; también es cierto que en el máster he encontrado españolas muy simpáticas, incluso aquí en Reims, el traductor oficial de mi registro civil, un español de algo más de cincuenta años, bastante agradable y amable. Y digo que visitar tierra española es contradictorio para mí porque muy a pesar de éstos sinsabores, Granada es sencillamente espectacular. El ambiente cálido, la cerveza fría, el cantar andalú de los gitanos, la risa explotándose en cada esquina, su música de desarraigo y las hermosas mujeres poniéndole el toque final a ésta tierra encantadora. Aunque visitar la Alhambra no haya sido de gran atracción, la tomaría como subterfugio para regresar una vez más.

Lo curioso del máster es saber que no sabemos aún nada de la agenda a desarrollarse durante los días de seminario. A escasos cinco días no hay nada claro, o al menos no lo han comunicado. Lo cierto es que durante ésta semana, compañeras y compañeros de segunda generación harán presentación de sus trabajos de investigación ante un jurado compuesto por tres profesores del máster y demás estudiantes. Interesante poder usar alguna herramienta informática para transmitir en vivo y en directo una que otra sustentación. JustinTV y TwitCam, entre otras, nos ayudarían a intentar éste tipo de trucos.

Hablando un poco de Reims, tengo que decir que ésta semana el tiempo ha estado mejor que nunca. He salido todos los días, hay que aprovechar el sol porque en temporadas es escaso, me he comprado algunos libros y un cómic interesante, aquí se les llama BD (Bande Dessinée). Le sein, del norteamericano Philip Roth; La vie sexuelle de Catherine M., de Catherine Millet; Ingrid de la jungle, de Scotto, Stoffel y Di Martino. El primero, una mala versión de la Metamorfosis de Kafka. El segundo, una novela, que hasta la página 36 sigue siendo pornográfica y como en el cine porno uno termina tirando la toalla antes de tiempo, vamos a darle más tiempo. No estoy en contra de éste género literario, pero hace falta más creatividad para evitar que como las películas porno termine siendo todo previsible y rutinario. Y el último, que ha sido por ahora lo mejor, la tira cómica de Ingrid; una sátira muy bien lograda por éstos creativos franceses que aborda el polémico tema del cautiverio de la franco-colombiana a manos de las Farc. Les dejo un video:

domingo, 19 de septiembre de 2010

Luna capturada en flagrancia en Reims



Luna septembrina capturada en flagrancia cometiendo en espacio público actos non santos con Negra a plena luz nocturna.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Anotaciones sueltas

Metro en Oporto - Portugal
Ha transcurrido la primera mitad del mes de septiembre. El sol aún existe para alegría de todos. Aunque las mañanas parecieran vestirse de lluvia las tardes son totalmente soleadas, llenas de calor y de gente en las calles, sobretodo gente casi sonriente, ya que el frío les endurece las mandíbulas.

Ayer se celebró en toda la región el día del transporte público. Una idea interesante que aunque en Oporto sea gratis tomar cualquier medio de transporte durante esas 24 horas, aquí en Reims sólo se paga un triste y devaluado euro. Lo interesante del billete es encontrar especificados los valores en euros y francos: EUR 1,00 FRF 6,56. Algo lógico de acuerdo a una de las noticias que muestra Le Monde, principal diario francés: 2 franceses de tres inconformes con el euro.

Tranvía en Amsterdam
Puedo decir que el transporte en la mayoría de los países europeos es una de sus principales estrategias de desarrollo. Muy a diferencia de nuestros países latinoamericanos como Locombia, México, donde es privado, aquí el transporte es 100% público, subvencionado por el Estado. Lo que permite beneficiar a menores de edad, jóvenes, estudiantes y mayores de 60 años con tarifas reducidas, bastante cómodas. Abonos mensuales en Reims que van desde los 22 hasta los 31€50 dependiendo del tipo de usuario y que posibilita tomar cualquier autobús, en cualquier ruta, la cantidad de veces que se desee durante los 30 días que dura el título. Algo imposible en Locombia, que sólo se puede lograr si el transporte fuera verdaderamente público, administrado y subsidiado por el estado. Cuando la empresa privada es quien rige y dirige la movilidad ciudadana, éste tipo de iniciativas propias de un Estado Social de Derecho, son imposibles. La empresa privada de transporte genera caos como la trágica guerra del centavo en Bogotá-Locombia, imposibilita proyectos de movilidad trascendentales para el desarrollo de una ciudad, de una región, como el metro y demás medios de transporte masivo. Es inimaginable que una ciudad como Bogotá con más de seis millones de habitantes carezca de un metro. Oporto, por ejemplo, tiene menos de la mitad de habitantes que posee Bucaramanga: 221.000; y cuenta con un cómodo sistema integral de transporte que incluye autobús y metro. El próximo año en Reims, cuya población a 2008 es de 188.078 habitantes, se inaugura el Tranvía o Tram que junto a los actuales autobuses mejorarán la ya cómoda movilidad remois. 

Metro de Madrid
Ni qué decir del transporte inter-regional e internacional con sus dinámicas vías férreas que recorren toda Europa y que al igual que el transporte urbano es subsidiado y administrado por empresas estatales. En Locombia ferrocarriles nacionales hace rato pasó a mejor vida. Las vías férreas: mínimas como paupérrimas. Y lo más ilógico es que se apruebe un TLC con EEUU y Europa sin una robusta estructura vial que mínimamente comunique Buenaventura y Barranquilla, principales puertos marítimos sobre el Pacífico y el Mar Caribe. 

El transporte PÚBLICO, 100% subsidiado por el Estado es una estrategia vital de desarrollo social y económico, esto lo han entendido muy bien desde tiempo atrás los pueblos europeos.

martes, 14 de septiembre de 2010

Entreltintero

Afortunadamente he logrado dominar el insomnio. Llevo varias noches durmiendo tranquilamente aunque a veces me despiertan mis propios ronquidos. He necesitado hacer diligencias en la Université de Reims lo que me ha obligado a estar despierto desde las ocho de la mañana. Tomar el bus es una experiencia interesante, hoy decidido llevar lentes oscuros para observar sin despertar sospechas. Me interesan los sonidos, las expresiones, los atuendos y obviamente las líneas suaves, finamente bordeando el hermoso rostro de la mujer francesa; verlas distraídas con sus teléfonos móvil o aletargadas más allá del vidrio contemplando inimaginables paisajes o memorables encuentros. Pero ésta tarde me ha llamado la atención una pareja. El hombre con sus formas desgarbadas manoteándole exageradamente a ella que con su suéter de lana rojo y llevando una bolsa en sus manos parecía incriminarlo desde una postura pasiva e inteligente de su cuerpo, diría yo. Obviamente no entendiendo nada de lo que pudieran hablar pero a fuerza de descifrar el lenguaje de sus cuerpos pudiera dictaminar una pelea de pareja: una mujer, descubriendo a su hombre en imperdonable infidelidad; un hombre, justificándose más allá de las palabras con su exagerado lenguaje gestual y sus altisonantes excusas. Él, intentando salvar la situación con besos y abrazos (algo tan común en los hombres que muchas veces resulta); ella, rechazándolo bruscamente y poniéndole el dedo índice a la altura del rostro. A decir verdad, ese man tenía cara de drogo.

Las vacaciones en locombia me han atrofiado muchos más el oído que como lo tenía antes de partir. Lo he comprobado con la mujer que me ha atendido en la oficina 3093 de la Facultad de economía, quien es la encargada de rehacer mi carnet de estudiante y a la vez con quien debo entenderme para mi re-inscripción del nuevo año académico 2010-2011. De lo que me ha dicho he creído entenderle un cuarenta por ciento. Le he puesto cara de perro con paperas pero no se ha inmutado, me ha respondido sencillamente Au revoir. Lo peor, no cojo vergüenza, si hubiese sabido que debido a esas cervezas de demás tomadas en locombia iba tener que hacer éstos trámites tras la pérdida de mi carnet estudiantil, sin pensarlo dos veces me hubiese convertido al santo evangelio de los alcohólicos anónimos, pero no, sigo en las mismas y sin cargos de conciencia o meas culpas. Ni si quiera los veinte euros que debo pagar me arrebatan de total indiferencia. Creo que haré el mínimo esfuerzo de tener que aceptarme.

Con dos días de trámites menores, que aún así no dejan de ser insoportables, se recogen cosas buenas: aprovechar el sol de las tardes, deleitar la vista con las hermosas francesas y recorrer la Place d'Erlon una y otra vez con el apendejamiento femenino de las vitrinas de ropa. No está mal entrar al café de siempre, pero ésta vez pedir une bière s'il vous plaît monsieur y degustar una deliciosa cerveza belga bien fría.

Mañana es un día especial en la región Champagne-Ardenne. Algunas compañeras me han dicho que por un sólo euro se puede viajar en el TER por toda la región. Ya veremos qué tal nos va. Por ahora no escribo más, tengo que ir a comer, así que nosvidrios.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Fin de vacaciones en Reims

Foto mía de la Porte de Mars
Se han terminado las vacaciones. Luego de siete meses retomo el blog. Muchas cosas han pasado, algunas irrelevantes y otras menos que eso. Cualquier cosa que diga de Reims estará cargada de subjetividad, si se quiere un poco de objetividad por favor recurra a Wikipedia, yo quiero decir que la gente remua (remois, en francés-gentilicio de Reims) es menos abordable que la gente de Oporto, lo cual es entendible desde un punto de vista geo-etnográfico, el frío se apodera hasta de las emociones en pleno invierno y primavera; del verano no puedo hablar porque lo pasé en locombia.

Uno de los corazones turísticos y comerciales de ésta ciudad es la Place d’Erlon, cuya escultura del ángel dorado no se deja pasar por alto. Las cosas son mucho más caras que en Oporto, pero muchas valen la pena, como el vino y su famosa champaña que es sencillamente deliciosa, además de las moules frites o a la champenoise, que me mostraron los encantos palatinos de los extraños mejillones. Luego de tanta sequía literaria no alcanzo a medio motivarme, buscaré otro momento para escribir.

domingo, 31 de enero de 2010

La Evaluación por Competencias: herramienta de "cosificación"

La economía globalizadora, sustentada en un capitalismo salvaje, transfiere a todas las esferas sociales su lógica mercantil. En éste contexto son claramente visibles las transformaciones ontológicas en el hombre, sus relaciones consigo mismo, con los demás y con el mundo. Transformaciones referenciadas hacia una intención capitalista, con las cuales se logra la mutación del ser humano en recurso. Desde ésta óptica puede estudiarse el papel que juega la Evaluación como herramienta de  “cosificación” del ser humano. Inscrita dentro de una lógica mercantilista que permuta su intención educadora y asume una posición política de orden corporativo. Mezclando disertaciones educativas -reflejadas en la aprobación de constituciones y leyes de tono altruista- con una praxis “cosificadora” -propia de una cultura de sumisión, competitiva, individualista, homogenizante y jerarquizadora- se producen tensiones donde el estado toma partido y la sociedad se diluye inicialmente en confusiones seguidas de aceptaciones: la mayoría acríticas.

El papel de la Evaluación es clave. Por eso vale la pena investigar a fondo el papel que ejerce en el proceso de “cosificación” del ser humano, ya que “es un fenómeno educativo que condiciona todo el proceso de enseñanza-aprendizaje” (Santos, 2003) y cuya manifestación cognitiva ejerce un importante condicionamiento político, a veces casi imperceptible, sobre el cual se construyen lógicas colectivas de deshumanización. Entendida de ésta manera podemos pretender analizar cuatro actores sobre las cuales ejerce gran influencia la Evaluación y sus respectivas relaciones:

  1. Los docentes
  2. La escuela
  3. Los estudiantes
  4. Padres de familia
Es claro que la nueva Evaluación por Competencias ha generado cambios significativos en la profesión docente. Haciendo un abordaje desde la Teoría General de Sistemas, éstos cambios en la profesión docente implican transformaciones en el estudiante, en los padres de familia, en la escuela y en el tejido de relaciones que se construyen a partir de sus interacciones.

martes, 19 de enero de 2010

Ideas raras de trabajo

El pensamiento educativo mundial pareciera homogenizarse alrededor de las llamadas COMPETENCIAS, discurso que ha superado barreras culturales y fronterizas, lo cual a su vez despierta sospechas pues resulta curioso que geografías con grandes diferencias económicas y políticas de orden nacional e internacional acepten sumisamente una ideología educativa. Valdría la pena hacer un trabajo investigativo que ahondara en los orígenes de ésta nueva intención político-pedagógica, sus intereses y el mismo proceso evolutivo que ha llevado a su internacionalización que en muchos casos pudiera enmascararse bajo nombres técnicos como Tratado de Bolonia y Educación para el Emprendimiento y el Empresarismo (caso europeo y colombiano, respectivamente).

Dentro de ésta misma idea también pudiera abordarse el tema de la Evaluación, ahora llamada Evaluación por Competencias. Descubrir cuál ha sido el proceso histórico que ha llevado a que la evaluación se haya convertido en el objetivo final del proceso educativo. Aquí pudiera hacer una comparación con la idea marxista de cómo el dinero, que en un principio era un medio para llegar a un fin (mercancía), pasó a convertirse en fin. Se tergiversó la funcionalidad inicial de un medio dando origen a un capitalismo salvaje. De ésta manera, ocurre el mismo proceso degenerativo con la evaluación y la educación. La primera fue pensada como un medio, un instrumento para afinar procesos pedagógicos en la clara búsqueda del conocimiento; hoy en día es la evaluación el fin que se persigue, representado éste en resultados mostrados a través de guarismos que no reflejan la compleja realidad educativa pero que sirve como instrumento de exclusión y de imposición de políticas neoliberales a través de rankings y demás.

Es un discurso ubicuo presentar la formación profesional como único garante de beneficios sociales, de generación de justicia social, de consecución de igualdad. Cuando un individuo no consigue establecerse como ciudadano digno, entonces es él único culpable por su incompetencia, responsable además, de su destino azaroso. Se vende la idea que las responsabilidades colectivas ahora han mudado a ser responsabilidades exclusivamente individuales centradas en el desarrollo de Competencias personales.

P.D. Cualquier sugerencia bien recibida será... jejeje...

martes, 5 de enero de 2010

Lisboa: fuíste mía!!!


Ciudad sobre el río Tejo. Dueña de una arquitectura de grandes contrastes, como lo viene siendo Portugal, que se evidencia en la mixturación de edificaciones portentosas y modernas con aquellas abandonadas y derruidas. Esta misma disposición arquitectónica respira cómodamente, pues hace convivir espacios verdes, naturales junto a emplazamientos de concreto de altura considerable, permitiendo que la vista descanse, no siendo saturado el otear del visitante por la vítrea selva de rascacielos, tal y como sucede en otras ciudades europeas como Madrid.

Toda Lisboa: sus monumentos, monasterios, templos y plazas; intenta convertirse en el homenaje multiforme al heroísmo y la valentía de sus intrépidos conquistadores, pero a mi parecer se convierte en un sólido homenaje a la altivez y arrogancia de una humanidad siempre sedienta de poder, llena de ambición; en el Monumento a los Descubridores una espada, como símbolo de opresión, se yergue monstruosa tras la parte posterior de una proa de navío igualmente gigantesco, juntos como si fueran sacadas de la misma pieza de concreto; a lado y lado trae esculpidas las más importantes figuras históricas de Portugal durante el período mal llamado “descubrimiento”. Para aumentar la turbación que puede causar la mezcla de solemnidad con indolencia, se encuentra uno de los sacros monumentos al interior del Monasterio de los Jerónimos cuyo tapiz recubierto de oro, rodea la figura de un Cristo misericordioso, es una capa de tapiz extensa y bien labrada en oro puro que brilla majestuosamente para admiración de muchos e indignación de otros tantos, como yo.

De regreso a la pensión, en uno de los autocarros que transitan y transportan la ciudad, me llama la atención una pareja de franceses, los delata su idioma no su olor. Llevan dormida en brazos a una pequeña a la cual llaman fille (hija) y que por el contraste del color de su piel con la de ellos, de su cabello ensortijado y de la carnosidad de sus labios, supongo es adoptada. La ternura de sus palabras, la suavidad de sus gestos encendidos, la dulzura de sus miradas mientras resguardaban el plácido y ruidoso sueño de la pequeña, fueron testimonio de una huella imborrable de generosidad aún latente en el género humano y que nos hace ser eso mismo: humanos.

Dos cosas interesantes en pleno centro lisboeta. El primero tiene que ver con la gente que atiende en algunos establecimientos comerciales. Tanto el muchacho que me vendió una cerveza como aquel que me vendió la cena, ambos, no sólo hablaban portugués, también español, inglés y hasta italiano. Los dos, descubrieron mi español latinoamericano tras mi balbuceo en portuñol, luego lidiaron con ingleses e italianos urgidos por la sed y el hambre como yo. Lo interesante aquí es preguntarse si ésta gente estará contenta con su trabajo, con el sueldo devengado y sino es así, entonces podría pensarse que ésta es otra demostración de que los problemas que aquejan a la mayoría de la gente tienen una fundamentación estructural muy ajena del argumento educativo y de las tan cacareadas competencias. Es claro que éstos dos jóvenes tenían un potencial competitivo en el campo lingüístico y dentro de la tesis predicada en los púlpitos educativos de nuestros países, éste tipo de competencias abrirían las puertas hacia mejores oportunidades traducidas en empleos dignos y bien remunerados, sin intención de demeritar el trabajo ofrecido por cualquiera que se encuentra al lado de un mostrador o entre las mesas de un restaurante. Luego entonces, podríamos virar hacia la aplicación de tesis con responsabilidad colectiva para conjugar un mal igualmente colectivo, social.

El segundo hecho curioso. En plena avenida central de Lisboa, dos jovenes bien vestidos, apariencia pulcra, se me acercan tranquilamente para ofrecerme qué quiere hachís, marihuana o cocaína. Nadie los persigue, es más, hasta son aceptados dentro del paisaje urbano de ésta ciudad. Muy diferente con la situación y aspecto de los jíbaros en locombia, quienes tras su hablado ñeril y su aspecto de bribón tienen que esquivar el acoso policial. Entonces, si aquí libremente se expende el principal objeto comercial del tan cacareado narcotráfico y en nuestros países se persigue y penaliza su producción y distribución nacional e internacional, ¿por qué aquí no es también penalizable su consumo, ya que es la demanda la que genera el tráfico? Demanda legal, oferta punible. Gran contradicción que a alguien debe estarle llenando los bolsillos a montón.

Una de las noches, al llegar a la posada a descansar, veo un aviso que llama mi atención: Pep Shop. Una interesante tienda de sexo! Adentro estaban dispuestas una serie de cabinas numeradas. Cada número sobre la puerta de la cabina coincidían con unas especies de menús cuyos rostros y cuerpos desnudos eran un buen abanico de opciones. Al entrar a la cabina se puede encontrar una pantalla opaca, así como papel higiénico y una ranura para introducir monedas. La mínima divisa: dos euros. Dos euros dos minutos. Reviso mis bolsillos y la única moneda que hasta ese me acompañaba era de dos euros. Otro guiño del destino! Cierro y aseguro la puerta. Deposito la moneda. La pantalla opaca se aclara y se convierte en una ventana. Al otro lado, y sobre una plataforma circular y giratoria, una morena en ropa interior. Suena la música y la morena va dejando tiradas las dos prendas que lleva puestas. Sus ojos penetrantes de un azul artificial me recuerdan lo divino y humano del sexo. Me miran con lujuria. Sus movimientos cadenciosos dejan ver sus secas oquedades. Quedan a la vista sus encantos secretos y sus vías excretoras. Su falta de senos y de nalgas se convierte en un insulto a la mujer piel morena. Los dos minutos terminan, la ventana se cierra y el papel higiénico intacto. He invertido dos euros del dinero aportado por la UE a mi formación. Estos programas no sólo promueven la realización de altos estudios científicos, también estimulan el intercambio cultural, pero en éste caso el estímulo no provocó en mí auto-estimulaciones aunque sí hubo intercambio de miradas.